LOS CAMINOS EQUIVOCADOS PARA BUSCAR LA FELICIDAD

1. LA FELICIDAD NO ES UN PROPÓSITO

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Metro Goldwyn Mayer

Cuando te propones algo, lo normal es que supervises si lo estás consiguiendo o no. Pretender ser feliz sin más herramientas que un buen propósito y un optimismo forzado solo sirve para que constantemente hagas auditorías de tu propia vida: “¿Qué me falta para ser feliz?” “¿Realmente esta es la vida que quiero?”, “¿Soy feliz?”. El mero hecho de hacerse estas preguntas abre el camino a la frustración y al desánimo. Si te das cuenta, las personas que son felices de verdad no están todo el día dando la matraca con discursos de «para ser feliz hay que hacer esto o lo otro». Simplemente, lo son porque dirigen sus esfuerzos a que su vida sea satisfactoria.

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2. LA FELICIDAD NO ESTÁ DENTRO DE TI

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Warner Bros.

Por mucho que esté de moda decir lo contrario. La felicidad está en el mundo y en la capacidad que tengas para exprimirlo. Si tu visión de lo que puedes conseguir en la vida es limitada y lo que tienes no te resulta satisfactorio, no vas a poder ser feliz, por mucho que busques y rebusques en tu interior. Así de simple. ¿Quieres ser feliz? Pues decide qué es lo que te falta y sal a a conseguirlo: ¿una pareja?,  ¿formar una familia?, ¿sentirte útil o realizado con alguna actividad creativa?, ¿actividades emocionantes?, ¿superar un problema personal? Sea lo que sea, ve a por ello y pelea contra los obstáculos.

 

3. LA FELICIDAD NO ES CUESTIÓN DE OPTIMISMO

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Universal Pictures

El optimismo está bien, no cabe duda. Genera emociones positivas, nos lleva a la acción y nos libra de lacras del pasado. Pero siempre y cuando esté fundamentado, sea realista y no una imposición. Si se da alguna de estas condiciones, se convierte en un regalo envenenado. Poner el foco en uno mismo, analizarse y ser hiperreflexivo (estar demasiado pendiente de uno mismo) te alejará del camino de la felicidad. Que, como hemos dicho ya, está en el mundo, no en ti mismo.

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4. LA FELICIDAD NO ES INFALIBLE

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20th Century Fox

La infatigable búsqueda de la felicidad trae consigo una insufrible compañera: la baja tolerancia a la frustración. Si te centras en ser feliz a toda costa, cualquier obstáculo o emoción negativa que empañe el rosa de tus gafas se volverá intolerable y muy molesto. Entonces tendrás un problema doble: lo que sea que te haya puesto mal, y el malestar que te genera no ser feliz. ¡Abstracto, pero cierto!

 

 5. LA FELICIDAD NO ES OBLIGATORIA

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Columbia Pictures

Y mucho menos de forma constante en todos los momentos de tu vida. Habrá épocas en las que, simplemente, no seas feliz. Eso es lo natural. Lo que no tiene sentido es la visión que nos pintan en anuncios y en películas: “SI NO ERES FELIZ, ERES UN FRACASADO”. ¡Venga ya! Todos esos mensajes lo único que consiguen es crearnos una obligación inalcanzable. Vivimos en la época en la que más se busca la felicidad. Y lo que ocurre es que, cuanto más se busca, menos se encuentra. Es un error de enfoque clásico.

 

6. LA FELICIDAD NO ES UN DON

pesadilla
Skellington Productions

Ser feliz o ser un amargado no viene de fábrica. La felicidad es el resultado de realizar una serie de conductas que nos llevan a lo que queremos. Y lo que queremos no se refiere exclusivamente a cosas materiales, sino a que lleves la vida que te gusta. Todas esas conductas puedes empezar a ponerlas en marcha hoy mismo y, si no sabes cómo, se pueden aprender.

 

7. LA FELICIDAD NO ES UNA EPIFANÍA

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Warner Bros.

La felicidad de verdad no es como la de las pelis: no hay banda sonora emotiva, no hay carrera del último momento en el aeropuerto, ni un discurso perfectamente sincrónico que enciende los resortes internos de la felicidad eterna. Dejemos eso para las pelis de Disney. En la vida real, la felicidad es mucho más discreta: no hay acordes musicales que te avisan de que ha llegado, y las lágrimas, aunque sean de alegría, te dejan los ojos rojos y con cara de Kung-fu Panda.

por José Manuel Campo