CÓMO MANEJAR A UN EMBAUCADOR

1. “¿QUÉ VAS A HACER EL SÁBADO?”

tren
Warner Bros

Peor respuesta: “Pues de momento nada”

Mejor respuesta: “Aún no lo se, ¿por?”

Muchos marrones empiezan con una pregunta inocente de este tipo. Desde el momento en el que informas de que no tienes ningún compromiso, el embaucador te ha ganado terreno. Es entonces cuando negarse implica que no le ayudas porque no quieres y eso es siempre más violento. Si no quieres acabar pringando en la mudanza del sábado, no informes de tu posición hasta que no sepas qué quiere el otro.

 

2. “MUCHÍSIMAS GRACIAS” (ANTICIPADAS)

hardcandy
Vulcan Films

Peor respuesta: “De nada”

Mejor respuesta: “Aún no me agradezcas nada, tengo que ver si puedo”

Esta es una forma elegante y maquiavélica de cerrar un trato de forma unilateral. Dar las gracias equivale a dar por hecho que lo harás. Si no matizas o niegas ese “gracias” te vas a sentir más obligado a cumplir, aunque no quieras. No tendría por qué ser así, pero es lo que ocurre. Es una cuestión de coherencia.

 

3. “ES SOLO UN SEGUNDO”

nueve reinas
Alta Classics

Peor respuesta: “Vale, pero rápido”

Mejor respuesta: “Es que ahora no puedo, ponme un e-mail”

A esta estrategia se le conoce como “pie en la puerta” y es muy efectiva cuando quieres conseguir algo de alguien. Pero que no cunda el pánico: aunque consiga enredarte para que le escuches, aún puedes librarte más tarde. Es mucho más fácil si pones un límite desde el principio. Además, así ganas tiempo para negarte después. Y, si es posible, de una manera más impersonal.

 

4. “QUÉ MAJO ERES”

hunger
Lionsgate

Peor respuesta: “Muchas gracias…”

Mejor respuesta: “Bueno, depende a quién le preguntes… (sonrisa)”

Esta estrategia de engatusamiento consiste en regalar la oreja. A todos nos gusta que nos digan que somos buenos y majos. Lo malo es que, a veces, tenemos que hacer cosas que no queremos para recibir ese tipo de elogios, sobre todo cuando vienen de parte de un embaucador. La solución aquí consiste en rechazar el elogio de forma elegante. No pasa nada porque alguien no tenga una opinión estupenda de ti, sobre todo si ese alguien lo que quiere es aprovecharse.

 

5. “SI NO TE VIENE BIEN, YA ME BUSCO YO LA VIDA”

estafa
Atlas Entertainment

Peor respuesta: “Pero no, hombre, dime, cómo te puedo ayudar”

Mejor respuesta: “¡Verás como al final te sale genial! (sonrisa)”

La pena lleva a la culpa. Y la culpa lleva a ser un pringado. Hay una regla muy básica que aplica a estas situaciones: si no eres el responsable de que alguien esté mal, ayudarle es una opción, no una obligación. Además, tener tanto morro a la hora de pedir ayuda resta puntos de lástima, ¿o no?

 

6. “COMO DIJISTE QUE…”

blancanieves
Walt Disney Studios

Peor respuesta: “Llevas razón, veré qué puedo hacer”

Mejor respuesta: “Ya, esa es mi opinión. Pero con este tema no puedo hacer nada”

Apelar a los valores personales es una estrategia especialmente útil con personas más racionales y a las que les gusta ser coherentes. Dos características que están muy bien, excepto cuando se convierten en un coladero para que te tomen el pelo. No se trata de negar tus valores ni de dar largas explicaciones para justificar tu postura. Se trata simplemente de no entrar al trapo. Que una cosa es tener opiniones y otra que te tomen por tonto.

 

7. “YA SOLO NOS QUEDA HACER ESTO-O-LO-OTRO”

piratas
Walt Disney Studios

Peor respuesta: “Venga, vale, pero rápido”

Mejor respuesta: “No, a mi no me queda nada más. Que tengo prisa”

Este tipo de situaciones son especialmente desagradables porque te hacen sentir más pringado aún. No solo accedes a ayudar, sino que encima siguen tirando del hilo. Muchas veces, además, si te quejas eres un desagradable y te dan las gracias a regañadientes. La peor forma de llevarlo es seguir ayudando, pero quejándote. O lo haces, o no lo haces, pero hacerlo quejándote es la mejor manera de que no se reconozca tu aportación.

 

8. “CUANDO LLEGUEMOS ALLÍ LO VEMOS”

mitty
20th Century Fox

Peor respuesta: “bueno, pero no me la líes.”

Mejor respuesta: “No, antes de ir quiero saber qué vamos a hacer allí.”

Otra forma de dar por sentada una ayuda que aún no se ha ofrecido. Es una versión evolucionada del “pie en la puerta”: como me han dicho que sí a lo primero, me dirán que sí a todo. Antes de comprometerte a algo, entérate bien de a qué te estás comprometiendo. Y para eso solo hay una manera, preguntando. Si te da corte, piensa que, como persona que está siendo embaucada, tienes todo el derecho a saber hasta qué punto vas a pringar.

.

por José Manuel Campo