CÓMO DEPRIMIRSE EN 6 PASOS

1. DEJA DE HACER COSAS

artist
Studio 37

La inactividad es la característica más definitoria de una depresión. Por delante incluso que la tristeza. El origen de una depresión casi siempre está en una situación, más o menos específica, que supone un cambio para peor en tu vida y que genera emociones negativas. Pero que te sientas triste cuando sufres un revés importante no es una depresión. El límite que separa tu tristeza de una depresión lo marca el hecho de paralizar todas tus actividades cotidianas y quedarte en casa rumiando sobre el sinsentido en el que se ha convertido tu vida.

 

2. CUESTIONA EL SENTIDO DE TODO

wall
Pixar Animation Studios

Algo que hacen todas las personas deprimidas es cuestionar el sentido de sus actos y de su vida constantemente. Preguntarte “¿para qué?” antes de hacer cualquier cosa es la mejor manera de no encontrar nunca una respuesta satisfactoria. Y esto provoca un sufrimiento mucho mayor. En eso consiste la depresión: en centrarte en ti mismo dejando de lado todo lo demás y sufrir después los estragos de una vida vacía y sin propósitos. Pero ten en cuenta que cualquiera que cuestione sus actos constantemente va a tener muchas dificultades para encontrar una respuesta clara porque la vida está más hecha para vivirla que para analizarla. 

 

3. EVITA LAS SITUACIONES PROBLEMÁTICAS DE TU VIDA

gravity
Warner Bros.

Esas que te han llevado a sentirte mal y empezar a estar deprimido. La tristeza es una emoción que aparece cuando tienes que adaptarte a una situación que cambia tu vida a peor. A veces los problemas son irremediables, y otras veces se pueden solucionar pero no te ves capaz de hacerlo. En cualquier caso, las consecuencias de no intentar cambiar tu propia situación son las mismas: te sientes indefenso, no consigues ningún avance que te saque de tu situación y, además, aparecen sentimientos de baja valía como autorreproches o un discurso victimista. Esto es lo que se conoce como un problema de autoestima que, al contrario de lo que se cree normalmente, suelen ser una consecuencia de un comportamiento depresivo y no su causa.

 

4. SACA LA CONCLUSIÓN DE QUE LAS EMOCIONES SON INCONTROLABLES

malefica
Roth Films

Este es el primer paso para darte por perdido y no responsabilizarte de tu propio bienestar. Es comprensible que pienses algo así cuando estás deprimido, pero no es cierto. Hay muchas maneras de cambiar el estado de ánimo y, aunque no existe una receta universal, hay algunas imprescindibles: salir de casa (a hacer cualquier cosa, aunque sea aburrida), arreglarse (por el simple placer de no verte mal), hacer algo de ejercicio y quedar con alguien que te caiga bien. Todas ellas te pueden parecer absurdas porque no resuelven los problemas de tu vida. Pero no lo son cuando generan cambios, aunque sean transitorios, en cómo te sientes. Tienes mucho más control del que crees sobre tus emociones y nadie puede dejar de estar deprimido por ti. Tu estado de ánimo es tu responsabilidad.

 

5. RELACIÓNATE A TRAVÉS DE LA QUEJA

monstruos
Warner Bros.

Cuando empieces a mostrarte triste y desanimado frente a los demás, verás que la primera reacción será de apoyo masivo: te preguntarán qué tal estás y harán mil cosas por animarte. Eso siempre da mucho gusto y es muy fácil acostumbrarse. Pero ten cuidado, que se les pasará pronto. Al tiempo se frustrarán por no saber cómo ayudarte y dejarán de intentarlo. No te sorprendas si empiezas a escuchar cosas como que “quieres estar mal” y que “en realidad no te pasa nada”. Suena injusto, pero es una reacción muy humana, y es probable que tú también reaccionaras así si estuvieras en su lugar. Es importante que no entiendas esta reacción como una traición, sino como un toque de atención para que la queja no sea tan frecuente. No es algo que tengas que hacer pensando en ellos, sino en tu propio bienestar.

 

6. UTILIZA “NO ME APETECE” PARA TODO

antonia
Columbia Pictures

Tu estado de ánimo se retroalimenta a través de tus actos. Cuando estás bien tiendes a hacer cosas que te ponen aún mejor. Cuando estás mal, ocurre lo mismo. Piensa en la depresión como una forma extrema de estado de ánimo malo: no importa el desencadenante, sino lo que has haces para mantenerlo. Este proceso se resume a la perfección con la frase “no me apetece”: dejas de hacer cosas porque la actividad no es coherente con tu estado de ánimo. Pero, aunque no tengas ganas, para invertir una tendencia actual tienes que hacer fuerza en la dirección opuesta hasta volver a alcanzar el equilibrio.

.

por José Manuel Campo