Laboratorio. SUPERSTICIÓN VS. CIENCIA: EL DUELO FINAL

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1. ¿QUÉ HICIERON?

Desear algo con todas tus fuerzas para que suceda, no bromear con la muerte a alguien por si te llevas un susto, “cuando menos lo esperas, surge el amor”, “justo cuando lavo el coche, llueve”… No hace falta recurrir a gatos negros ni a espejos rotos para encontrar ejemplos de supersticiones que se cuelan en el día a día hasta del más sensato. Pero sí hace falta un grado de sensatez propio de un genio para desentrañar sus misterios. Una tarea para la que se presentó voluntario, ni más ni menos, que el padre de la modificación de conducta: B.F. Skinner. Y, como no podía ser de otra manera, el lugar elegido para desenmascarar a la superstición fue su laboratorio. Que no se diga que la Ciencia es ajena a la justicia poética. 

El experimento de hoy tiene un diseño simple, aunque sus conclusiones son contundentes. En 1948, B.F. Skinner encerró a 8 palomas en cámaras separadas con un dispensador automático de comida que les administraba una bola de pienso cada 15 segundos, independientemente de lo que estuvieran haciendo. Ellas no tenían que hacer nada, solo esperar y comer.

Ya habrás adivinado que, de haberse quedado en algo tan simple, hoy no estaríamos hablando de este experimento.

 

2. ¿QUÉ RESULTADOS OBTUVIERON?

Pasado un tiempo, el experimentador volvió para observar qué había pasado con las palomas. El panorama era más propio de un capítulo de los Looney Tunes que de un laboratorio serio. En seis de los ocho casos, las palomas estaban realizando comportamientos tan bizarros como dar vueltas a la jaula a razón de una cada cinco segundos, meter la cabeza en una de las esquinas de la jaula (siempre la misma), sacudirse como si levantaran una barrera invisible con el cuello o dar saltitos a la pata coja. Resumiendo: se habían montado su propio ritual chamánico. La pregunta es ¿por qué invertían sus energías en semejantes chorradas, si lo único que tenían que hacer era esperar y engullir? Y, sobre todo ¿cómo se relaciona esto con la superstición?

 

3. ¿CÓMO SE EXPLICAN ESTOS RESULTADOS?

La superstición se fabrica con tres ingredientes: 1) una conducta aleatoria, 2) una consecuencia gratificante que coincide por azar con esa conducta y 3) la relación que se establece entre esos dos eventos.

En este caso, la administración de comida coincidía aleatoriamente con la conducta que estuviera realizando cada paloma en ese momento, lo que provocaba que la respuesta del pájaro se viera reforzada. Es decir, se incrementa la probabilidad de que repitan esos comportamientos en un futuro. Por tanto, era mucho más probable que esa misma respuesta estuviera presente justo antes de la segunda entrega de comida, haciendo que la secuencia se establezca cada vez más. A este proceso se le conoce desde entonces como reforzamiento accidental. Y es, hasta la fecha, la explicación definitiva para la superstición.

Entre los humanos, la secuencia que provoca a la aparición de supersticiones es idéntica. Si alguna vez se cumple un deseo (consecuencia favorable) después de pedirlo en presencia de una estrella fugaz (conducta aleatoria), es muy probable que vuelvas a pedirlo en un futuro. Como si un cuerpo celeste que se precipita en nuestra atmósfera tuviera algo que ver con tus aprobados, o con lo que siente hacia ti la persona que te gusta.

En lo que nos concierne a los humanos, hay dos condiciones que son campo abonado para la superstición. La primera es el lenguaje, que facilita su difusión en forma de recetas para la buena suerte. La segunda es nuestra necesidad de control sobre lo que no comprendemos, que hace que una explicación equivocada y aleatoria sea mucho más tranquilizadora que una no-explicación. Si nuestras palomas hablaran, también afirmarían que sus conductas peregrinas les FUNCIONAN, y que por eso siguen haciéndolas. “Sí, sí, tú dirás lo que quieras, pero si doy cuatro saltos a la pata coja y tres vueltas hacia la izquierda, me cae una bola de comida.” A ver quién es el listo que les hace comprender que es muy fácil encontrar esa relación si están todo el día llevando a cabo esos rituales. O que la bolita mágica de comida depende en realidad de un dispensador basado en un intervalo de tiempo aleatorio.

 

4. ¿POR QUÉ ES ROMPEDOR ESTE EXPERIMENTO?

1) “La superstición es la creación de relaciones ficticias y arbitrarias entre un comportamiento y sus (supuestas) consecuencias”. O, dicho de otra manera, son producto de una feliz coincidencia y de una relación causal tan optimista como equivocada. Este tipo de definiciones operativas y basadas en evidencias son las que marcan la diferencia en psicología, porque abren el camino para la predicción y el control del comportamiento con rigor y garantías. Experimentos como el de Skinner fueron los que sacaron a la Psicología de sus propias supersticiones y la convirtieron en una disciplina rigurosa adscrita al método científico.

2). Demuestra lo fácil que es crear supersticiones a través del control de variables externas. Es decir, nos da las claves sobre cómo podemos ser manipulados a través de explicaciones falsas a la que nos aferramos cuando cunde el desconocimiento.

3). Nunca antes la Ciencia había desenmascarado a la superstición de una forma tan literal. De este experimento deducimos que, cuanto más desconocidos sean los mecanismos de los procesos que nos afectan, más probabilidades tenemos de volvernos supersticiosos a base de atribuciones arbitrarias sobre los fenómenos a los que estamos sujetos. 

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por José Manuel Campo