SUPERAR CON ÉXITO UN ATAQUE DE ANSIEDAD
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1. TU CUERPO ES MÁS LISTO QUE TÚ.
Alta Films
Aunque parezca que esté conspirando en tu contra, tu cuerpo será el mejor aliado para superar un ataque de ansiedad. Irremediablemente llega un momento en el que después de activarse mucho, el cuerpo toca techo y se desactiva de forma autónoma. Así que no, no acabarás acumulando tanta ansiedad que explotarás como una palomita en el microondas. No funciona así.
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2. NO TE OBLIGUES A RELAJARTE.
Paramount Pictures
Si te está dando un ataque de ansiedad ya es tarde para eso. Además gritarte a ti mismo “relájate, relájate… ¡¡¡RELÁJATE!!!” no suena muy efectivo, ¿no? Suena más bien cómo una orden. Mejor céntrate en otras cosas, como por ejemplo, en recordar esta lista. Especialmente el siguiente punto.
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3. LA ANSIEDAD NO MATA.
Universal Pictures International
Cuando es puntual la ansiedad no supone ningún peligro, por muy intensa que sea. De hecho, es una respuesta natural del cuerpo y, por tanto, inocua. Es como si temieras que te pase algo grave en la tripa cuando notas que estás haciendo la digestión. Estamos de acuerdo en que es muy desagradable que tu cuerpo pase de ti y se active de golpe como un árbol de navidad pero esa ansiedad no te va a hacer daño.
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4. RESPIRA MENOS.
Warner Bros.
Sentirás que te falta el aire y que te vas a ahogar, pero lo que pasa es todo lo contrario. Se llama hiperventilar y ocurre cuando tus pulmones están tan llenos de oxígeno que no les cabe más. Así que deja de intentar coger más aire y respira lo más lento posible dentro de una bolsa de papel, o ahueca las manos sobre tu boca y nariz para conseguir el mismo efecto de volver a inspirar el aire expirado.
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5. UN ATAQUE DE ANSIEDAD ES MENOS VERGONZOSO QUE UNA CAÍDA EN PÚBLICO.
20th Century Fox
Un ataque de ansiedad es llamativo, para qué engañarnos. Pero si te pone más nervioso aún la imagen que estás dando en público, piensa que lo más probable es que la gente que te esté viendo (1) ni haya reparado en ti, (2) le importe mucho menos tu ataque de ansiedad de lo que tú crees y (3) como mucho esté asombrada. Vamos, que un ataque de ansiedad no es, ni de lejos, lo más bochornoso por lo que uno puede llamar la atención.
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6. ACUÉRDATE DE LA ÚLTIMA VEZ QUE CORRISTE PARA NO PERDER EL AUTOBÚS.
Buena Vista Home Entertainment
También se te aceleró el corazón, se te tensaron los músculos, sudarías o incluso llegaste mareado. Es decir: algo muy similar a lo que te ocurre en un ataque de ansiedad. Lo que más cambia de aquella situación a esta es que ahora estás más asustado y no sabes por qué te está pasando todo esto. Por lo demás, muy similar.
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7. HAZTE CON UN SUDOKU “DE EMERGENCIA”.
Warner Bros
O cualquier otra cosa con la que te puedas distraer. Esto te servirá los momentos previos en los que has detectado algunas reacciones desagradables y te pones a analizarlas (“uy, empiezo a notar un vértigo, como sea ansiedad…”). Lo que consigues estando pendiente de tu cuerpo es que este se active más así que mejor dedícate a jugar con el móvil.
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8. ¡NO HUYAS, COBARDE!
Buena Vista International
Al menos no inmediatamente. Después de salir a serenarte, vuelve donde estuvieras. Sí, aunque dé pereza. Si escapas de la situación justo después de un ataque de ansiedad estarás comprando papeletas para desarrollar un problema peor: agorafobia. Piensa que ya está, acabas de tener un ataque de ansiedad, lo peor ya ha pasado, no es tan grave. La cabeza bien alta (recuerda el punto 5) y vuelve a casa cuando ya estés tranquilo.
