EL OBSESIVO

1. RASGOS IDENTIFICATIVOS

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0th century fox

La actividad favorita del obsesivo es, sin ninguna duda, pensar. Pero, dentro del amplio espectro del razonar, algunos contenidos le entusiasman especialmente, como son: (1) Anticipar consecuencias catastróficas de un futuro incierto, (2) Cuestionar sistemáticamente sus acciones, (3) Analizar las potenciales amenazas del entorno y (4) Indagar las verdaderas intenciones de los demás. Otra cosa que les gusta mucho es enunciar su lema “las cosas o se hacen bien, o no se hacen” y, por supuesto, llevarlo hasta el extremo. Algo que está en la base de la insatisfacción crónica de la que son presa una buena parte de ellos. Imagínate lo sufrido que es creer que las cosas nunca están suficientemente bien hechas.

 

2. MODUS OPERANDI

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iramax films

Para entender a un obsesivo lo primero es olvidar el criterio de disfrute que rige la conducta del resto de seres vivos. El placer hedónico no es nada en comparación con la satisfacción de conseguir una recompensa mucho más intelectual: la Certeza. La certeza de que lo está haciendo bien, de su capacidad para afrontar todo tipo de contrariedades – ya sean reales o hipotéticas- y de que no va a perder el control. Quien tiene certezas, tiene el control. O eso parece, hasta que se dan cuenta de que esa búsqueda no tiene fin. Porque la certeza en un mundo incierto e indómito como el nuestro es una abstracción, un punto en el horizonte que hace “chas” y desaparece de su lado en cuanto creen alcanzarlo.

 

3. HABILIDADES DESTACADAS

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Warner Bros.

Si deseas ver a una persona obsesiva desplegar todo su potencial, encomiéndale alguna tarea relacionada con el procesamiento de información. Ponle a organizar un plan, a formular hipótesis o a analizar datos y deléitate con su minuciosidad, su capacidad para pensar en varios asuntos de forma simultánea y con su entusiasmo ante este tipo de tareas. No solo resolverá el problema que tiene entre manos, también encontrará mil soluciones a una infinidad de problemas que ni tú sabías que tenías. Gracias a su riguroso entrenamiento en manejo de información, estas tareas no son solo una oportunidad para el lucimiento, sino también un merecido descanso de sí mismos y de sus tribulaciones.

 

4. ARCHIENEMIGOS RECONOCIDOS

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BC – british broadcasting corporation

El obsesivo cuenta con varios enemigos menores que le pueden generar algún disgusto. La irresponsabilidad, tanto ajena como propia (que aquí no hace distinciones) choca frontalmente con su definición de excelencia. La escala de grises entre dos verdades extremas tampoco es un terreno que el obsesivo disfrute especialmente. Él es más de blancos o de negros, de opiniones claras a las que asirse en caso de duda. Pero si hay algo que realmente saca de quicio a la persona obsesiva es la incertidumbre, ese desquiciante escenario que les despoja de las garantías de éxito asegurado con las que les gusta encarar cualquier proyecto nuevo.

 

5. ANTECEDENTES

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nnapurna pictures

Al contrario de lo que podría parecer por lo obstinado de su conducta, el obsesivo no surge por generación espontánea. Es, como todos nosotros, producto de su historia. El contexto ideal para generar a un obsesivo es uno que no se pueda controlar. Un ambiente en el que la amenaza aceche en cada rincón o en cada gesto y en el que las catástrofes las desencadenen resortes impredecibles y cambiantes, sin posibilidad de impedirlo. Cuando el entorno es incontrolable, hacia donde se dirige el control es hacia uno mismo. Es decir, hacia los pensamientos y actos propios. . Así es cómo la incertidumbre, la necesidad de control y el rigor sobre uno mismo se conjugan de forma única para dar lugar a esta forma de ser tan sufrida como interesante.

 

6. PAUTAS DE INTERVENCIÓN

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Pixar animation studios

No pretendas que un obsesivo claudique y se vuelva un insensato, porque lo vivirá como una traición a sí mismo y porque, en definitiva, no hay ninguna necesidad. Ser reflexivo es positivo, pasarse es lo que genera problemas. Lo prioritario es aprender a convivir con la incertidumbre inherente a la experiencia humana y entender las emociones sin racionalizarlas para no se atraganten en forma de rumiaciones. Para eso, hace falta discriminar qué asuntos no requieren un análisis exhaustivo y aprender a detener los pensamientos agoreros que ocupan gran parte de su vida cuando corresponda. Este objetivo es mucho más fácil de decir que de hacer, no cabe duda, pero en ningún caso es inalcanzable si dispone de las técnicas y estrategias que se han demostrado efectivas para ello.

por José Manuel Campo